Hace años, antes de ser cristiano, mi hermano (que era creyente) estaba tratando de contarme sobre el mensaje del evangelio, llevándome a la iglesia un par de veces, haciéndome escuchar sermones en Yourtube. Lo que para mí no tenía sentido, en mi mente eso era tan extraño para mí; La idea de tener una relación con Dios y aceptar a Cristo en mi corazón era como comer tacos vegetarianos (eso no puede ser). Sin embargo, por la gracia de Dios, creí y mi corazón fue capaz de percibir y sentir el amor de Dios.
En su obra Una Luz Divina y Sobrenatural, Jonatahn Edwards explica que el Espíritu Santo da un nuevo tipo de afecto al corazón renovado. Esto proporciona a la persona la capacidad de percibir la gloria de Dios. En otras palabras, cuando crees y sigues a Cristo, tu corazón puede tener la seguridad de que Cristo realmente te salvó y te da el afecto de experimentar y regocijarte en su amor y gracia.
No solo eso, sino también como un creyente tienes la calidad de conectarte con la Palabra de Dios. Este nuevo sentido no revela cosas nuevas que no se encuentran en las Escrituras, pero le da un verdadero significado a esas cosas. Edwards explica que la mente renovada percibe la verdad, ya que la mente de un creyente no es delirante sino que ha sido transformada, y puedes usar tus capacidades humanas para comprender las verdades que se encuentran en la Palabra de Dios. Esto no significa que de repente tengas la historia, la literatura o el conocimiento léxico del texto (es posible que quieras inscribirte en estudios bíblicos para eso), pero como tienes el Espíritu de Dios morando en ti, puedes razonar, confirmar y confíar en la palabra y la revelación de Dios.
Este nuevo sentido—por así decirlo— conecta la mente y el corazón, es decir no solo es una emoción, pero también una convicción. Es como si te dicen que la miel es dulce, pero realmente no puedes conocer el sabor hasta que pruebas ese dulce de la miel. De la misma manera cuando te dicen del amor De Dios en Jesucristo, solo puedes sentirlo y conocerlo hasta que lo experimentas por si mismo.
Creo en el cristianismo como creo que el sol sale por la mañana; no sólo por que lo veo, sino por que a través de el lo veo todo. C.S. Lewis.
Finalmente, esta luz espiritual que está por encima de cualquier mente humana acerca al creyente a Dios, cambia tu naturaleza y te mueve a perseguir una vida digna de Dios, a permanecer con Él, cultivando una relación personal con Dios (una obra del Espíritu Santo). Entonces, en esencia, ser capaz de experimentar el amor y la gracia de Dios produce la convicción de buscar la voluntad de Dios. En pocas palabras, el Espiritu De Dios te ayuda a conocerlo y darlo a conocer a los demás, como lo hizo mi querido hermano.
